Revista Muy Interesante
Edición 418 Marzo de 2016
Los primeros partos, urgencias pediátricas, operaciones... de los médicos solían ser auténticos caos, la falta de práctica siempre hacía que se cometiesen pequeños fallos que al final afectaban, aunque fuese levemente, a la salud del paciente. Ahora, la falta de práctica ya no es una excusa para los fallos: robots con comportamientos de pacientes reales, como los del espacio Darwin, son manipulados por profesionales de toda España, con el fin de adquirir experiencia en situaciones que suelen dar pocas veces, como las reanimaciones de bebés.
Los espacios en los que se encuentran estos robots son lo más parecidos a lo que serían en una situación real. Salas de parto, UCIs o quirófanos son algunos de los sitios donde podemos encontrar mujeres embarazadas, bebés o niños de siete años, ellos totalmente robóticos, aunque con signos vitales tan realistas, como la respiración o el pulso, que cualquiera diría que no se trata más que de maniquíes automatizados.
Además de todos los beneficios que pueden aportar al campo de la medicina, recientes estudios han demostrado que la destreza adquirida tras la realización de estas prácticas es mayor que la adquirida por los procedimientos tradicionales, lo que permite evitar los errores médicos producidos por la falta de entrenamiento.
Francisco Asensio 4ºA