Corazones
“partíos”
Revista: Muy Interesante
En Europa, las enfermedades
cardiovasculares son la principal causa de muerte: se cobran 4,1
millones de defunciones cada año que equivale al 47% del total de
fallecimientos. Además de su alta incidencia, constituye una fuerte
muy importante de discapacidad y se llevan un buen pellizco del gasto
sanitario.
En España, los trastornos del
corazón y de los vasos sanguíneos hacen que se produzcan más de
cinco millones de ingresos hospitalarios y una media de 125.000
muertos anuales. Solo el infarto es responsable directo de 16.500
decesos. Y es que los españoles miramos poco por la bomba vital. Así
lo atestigua un estudio elaborado por la World Heart Federation:
nuestro corazones reflejan una edad de cinco años más que la real,
lo que nos sitúa a la cola de la salud cardiaca. Sucede que el
órgano pulsátil no es hierro. Salvo que venga ya defectuoso de
fábrica, sus fallos suelen estar impulsados por los malos hábitos
(sedentarismo, tabaco, colesterol alto). Todos ellos pueden por sí
solos partirnos el corazón. La buena noticia: la biomedicina
cuenta con nuevas y poderosas armas para repararlo. Aunque no siempre
hay un final feliz. De momento.
Mª José García Rubio 4ºA
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