Hasta hace muy poco, sobre el color rojizo de Marte solo se podía aventurar que en su composición, al igual que la de
Tierra, un planeta rocoso, habría de encontrarse un gran porcentaje de
mineral de hierro, y que este, en superficie, debería encontrarse en una
forma química oxidada que dotara su superficie del rojo color.

Sin
embargo para que se produzca la oxidación del hierro o cualquier otro
mineral se antoja una condición bastante importante: la presencia de
oxígeno, muy abundante en nuestro planeta, pero sin embargo bastante escaso en la historia química del planeta rojo. No obstante, esta oxidación puede producirse mediante mecanismos distintos a los que requieren presencia de oxígeno. Es decir, a partir de lo que lo que en química se conoce como una reacción en condiciones anóxicas.
Así,
los resultados del estudio apuntan a que el color rojo de la superficie
de Marte podría deberse a la fuerte oxidación generada por la
disolución de macropartículas de pirita en una atmósfera sin oxígeno, lo que generó radicales libres que a su vez indujeron la
precipitación de óxidos y sulfatos de hierro.
Claudia González 4ºA
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