Revista: National Geographic
A mediados del siglo XX la comunidad científica ideó unas instalaciones donde se logra que las partículas subatómicas que producen la energía de la luz, alcancen prácticamente la velocidad de la luz y logran acelerarlas hasta alcanzar un 99'99999% de esa velocidad, consiguiendo que liberen una energía extraordinariamente concentrada. Es la luz de sincrotrón, un acelerador de forma circular donde las partículas circulan de manera constante y sin colisionar el tiempo necesario para generar ese potente haz de luz capaz de alumbrar las entrañas de cualquier material a escala atómica, lo cual permite ver lo que ningún microscopio ha desvelado jamás.
En el mundo existen unos 60 sincrotones, casi la mitad en europa, y en España se creó uno hace poco lo que la posiciona en un lugar, tecnológico y científico, de vanguardia.
Investigadores procedentes de cualquier campo científico podrán beneficiarse del sincrotón de Barcelona y podrán, por ejemplo, descubrir nuevas técnicas de detección de tumores, mejorar el proceso de catálisis para disminuir o evitar la contaminación de los motores de combustión, estudiar la composición de los minerales de la Tierra, etc.
Rebeca García Godoy
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