fuente:ElPais Pablo Sánchez Paniagua 4A
martes, 8 de junio de 2021
Unas pocas mutaciones protegen a los humanos del coronavirus de los dromedarios
En mayo de 2015, un empresario surcoreano regresó de un viaje de negocios por el golfo Pérsico. Sin saberlo, este ciudadano llevaba en su cuerpo un virus respiratorio desconocido en Corea del Sur. Se trataba del MERS-CoV, un coronavirus propio de los dromedarios detectado en humanos por primera vez tres años antes. Su letalidad fue y es muy superior a la del actual SARS-CoV-2, matando entonces al 32% de los infectados. Por fortuna, en aquel brote el virus solo afectó a unos dos centenares de personas, casi todos sanitarios. Ahora, un estudio compara aquel patógeno con las distintas cepas presentes en estos animales. Han descubierto que unos pocos cambios en el genoma viral protegen a los humanos de la mayoría de las variantes por ahora.
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