POR FIN, UN HALCÓN ANILLADO
Ahora estamos más seguros de que la llegada de los halcones a este paraje del centro peninsular es algo que ocurre cada año y non sólo a los mismos montes, sino incluso a los mismos árboles. No obstante, todavía era una cuestión pendiente y fascinante saber a qué colonia pertenecían estas aves.
Por casualidad, a finales de agosto de 2006 recibimos noticias de Mariano Hernández, amigo y compañero de afición, que también había seguido a los halcones durante los tres años anteriores. Mariano nos comentó que el 20 de agosto Gloria, su mujer, encontró un halcón en el suelo, en mal estado, durante un paseo en bicicleta por los alrededores de Arenas de San Pedro. Lo recogieron enseguida y pudieron identificarlo como un halcón de Eleonor en fase clara. A juzgar por las medidas y el peso, podía tratarse de un macho. Por desgracia, murió antes de poder ser trasladado a un centro de recuperación, pero lo más interesante es que el ave estaba anillada en España. Gracias a la información proporcionada por la Oficina de Especies Migratorias, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, supimos que el halcón había sido anillado dos años antes en el nido, situado a casi seiscientos kilómetros de distancia, en la isla de Tagomago (Ibiza y Formentera), por miembros del Grupo de Ornitología Balear (GOB-Mallorca).
Con este dato, ya pudimos saber que, con toda probabilidad, los halcones de Eleonor que visitan los montes de Arenas de San Pedro proceden de Baleares y, en concreto, de la colonia asentada en la isla de Tagomago. También cabe la posibilidad de que ejemplares jóvenes y aún no reproductores, como el que habíamos encontrado anillado, permanezcan durante más tiempo en el interior peninsular, dadas las observaciones tardías de finales de agosto, fechas en las que ya se ha iniciado la reproducción en las islas.
AARÓN RUBIO SÁNCHEZ 4ºA
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