CRUSTÁCEOS ASOCIADOS A OTROS INVERTEBRADOS DEL SUSTRATO DURO
Revista: Quercus
Número: 338
Especialidad: Biología
Uno de los hábitats con mayor abundancia de crustáceos son las algas que viven fijas al sustrato rocoso, que les proporcionan alimento y refugio frente a los depredadores. En el interior de las cuevas, la ausencia de luz limita la presencia de organismos fotosintetizadores a las zonas más próximas a la entrada. Sin embargo, en ausencia de algas que compitan por el espacio, el sustrato es ocupado completamente por invertebrados sésiles como esponjas y briozoos, que también sustentan comunidades de crustáceos. De nuevo la escasez de luz y alimento hace que estas comunidades sean menos diversas que las presentes en el exterior, pero aun así hemos llegado a contabilizar hasta 15 especies diferentes de crustáceos en una única colonia de hidrozoos del género Eudendrium. Al igual que en los sedimentos, los anfípodos son aquí el grupo dominante, con el caprélido Pseudoprotella phasma y los gammáridos Ischyrocerus inexpectatus, Lembos websteri y Microjassa cumbrensis, además de algunos del género Stenothoe, como los más abundantes.
También están presentes isópodos, tanaidáceos, cumáceos y decápodos. A medida que penetramos en el interior de las cuevas, el número de sustratos disponibles que crean un hábitat favorable en las paredes va disminuyendo y, en consecuencia, el número de crustáceos es más escaso. Finalmente , en las zonas más intensas y aisladas, caso de la cueva de Cerro Gordo, son muy pocos los organismos capaces de vivir en condiciones tan extremas. Las paredes se encuentran casi por completo desnudas, con excepción de unas pocas esponjas incrustantes.
AARÓN RUBIO SÁNCHEZ
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