Descubierto un templo dedicado a Ehécatl-Quetzalcóatl en Ciudad de México
El templo circular, de más de 600 años de antigüedad y dedicado al dios del viento, "constituye una de las edificaciones más importantes de la cultura mexica", según el INAH
Un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México ha descubierto un templo dedicado a Ehécatl-Quetzalcóatl, el dios del viento de la antigua cultura mexica, presente en las brisas que traen lluvia y en el aliento de la vida. Las ruinas del templo aparecieron por primera vez en 2014 a unos tres metros de profundidad, tras la demolición del supermercado El Sardinero en Tlatelolco, una ciudad fundada por los tlatelolcas en un islote al noroeste de Tenochtitlán, la capital del Imperio mexica, que corresponde a la actual Ciudad de México.
La estructura circular, de 11 metros de diámetro y 1,20 metros de altura, presenta evidencias de tres etapas constructivas superpuestas, la primera de las cuales data de los años posteriores a la fundación de la ciudad en 1337 d.C. El templo era circular, pero se observa una conversión rectangular en su entrada que coincide, en diseño y orientación, con la edificación dedicada a esta misma deidad que hay a la entrada de la Zona Arqueológica de Tlatelolco. Una serie de ofrendas enterradas en la entrada oriental del templo también lo relacionan con Ehécatl-Quetzalcóatl, el dador de viento que origina la lluvia durante los períodos prolongados de sequía. Las ofrendas son las siguientes: la osamenta de un recién nacido, huesos de aves, obsidiana, espinas de la planta maguey, restos de copal (se quemaba y se usaba como incienso), una cuenta circular de piedra verde y una olla cercana al sitio con malacates (husillos), incensarios y figuras de cerámica con representaciones de monos y picos de pato.
En dos años de trabajos, a cargo de doce arqueólogos y otros especialistas, se han localizado 43.000 objetos, mil de ellos completos, que se encuentran bajo registro y estudio. Han aparecido numerosos restos óseos, tanto niños como adultos y animales, y entre ellos destaca un cráneo de un hombre hallado a principios de octubre junto a un bezote, un pendiente que adornaba el labio inferior, pues se han detectado huellas de tallado en los incisivos inferiores. El hallazgo del basamento prehispánico con su templo circular "constituye una de las edificaciones más importantes de la cultura mexica", afirma el INAH, que instalará una ventana arqueológica con un cristal protector y junto a un área verde.
Darío Covaleda Martín 4ºA
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