La gravedad del joven Júpiter actuó como una barrera y cerró el paso a los meteoritos erráticos hace entre uno y cuatro millones de años después del nacimiento del Sistema Solar
Júpiter es el planeta más grande del Sistema Solar y, además, es el más antiguo, según informa hoy la Universidad de Münster (Alemania), que participa en un sorprendente estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences. Júpiter creció de forma extremadamente rápida tras el nacimiento del Sistema Solar hace 4.567 millones de años: en menos de un millón de años alcanzó un tamaño de unas 20 masas terrestres y unos tres millones de años después alcanzó su tamaño máximo, de más de 300 masas terrestres. La Tierra, en cambio, necesitó unos 100 millones de años para formarse.
No hay muestras procedentes de Júpiter y hasta ahora eso ha sido un problema para determinar la edad del gigante gaseoso. Los expertos en cosmoquímica de la Universidad de Münster aseguran haber determinado la edad de Júpiter mediante el uso de meteoritos, concretamente fragmentos del cinturón de asteroides que hay entre las órbitas de Marte y Júpiter. Las mediciones de isótopos han permitido demostrar que los asteroides derivan originalmente de dos regiones diferenciadas del Sistema Solar: una del interior y otra del exterior de la órbita de Júpiter.Estos asteroides se formaron hace entre uno y cuatro millones de años despúes del nacimiento del Sistema Solar y durante ese periodo no hubo intercambio de material entre las dos regiones porque la gravedad del joven planeta actuó como una barrera y cerró el paso a los meteoritos erráticos. "La formación de Júpiter es lo que explica esa ausencia de mezcla de materiales", afirma Thorsten Kleine, el autor principal del estudio. Una vez que se formó el núcleo sólido del planeta, correspondiente a las 20 masas terrestres, comenzó un acrecimiento de gas que fue relativamente lento hasta que Júpiter alcanzó un tamaño de 50 masas terrestres y el material de la órbita exterior se empezó a dispersar por la órbita interior. La acreción o acumulación de gas continuó hasta que el planeta alcanzó rápidamente un tamaño máximo de más de 300 masas terrestres.
El rápido crecimiento de Júpiter tiene implicaciones de gran alcance en lo que respecta a la comprensión de la historia temprana del Sistema Solar y en la formación de los cuatro planetas interiores: Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. Y el material procedente del exterior de la órbita de Júpiter, ¿de dónde procedía? "El hecho de que tengamos material que inicialmente se formó más allá de Júpiter es un hallazgo completamente nuevo y sorprendente. Cambiará radicalmente la visión que tenemos de la historia temprana del Sistema Solar", concluye Kleine.
ÓSCAR MORDILLO 4ºA
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