lunes, 3 de abril de 2017

¿Es importante la música en los videojuegos?

La música tiende a ser una de las grandes olvidadas en el mundo de los videojuegos. Sin el mismo nivel de reconocimiento que llega a tener una banda sonora de película, puede parecer algo secundario y sin embargo es esencial, puesto que forma parte del alma del juego.


Atención: Se recomienda escuchar tu BSO de videojuego preferida mientras lees este artículo.
Un videojuego no es nada sin sus personajes, mundos o historias, pero tampoco es nada sin una buena música que le acompañe. Imaginemos ese juego que tanto adoramos, ese que nos ha marcado de alguna manera, ¿qué sentimos al escuchar su banda sonora?

Lo sentimos todo
Es como si nuestra experiencia con ese videojuego fuera comprimida en tres minutos de notas y melodías. Cerramos los ojos y podemos recordar todos los momentos, buenos y malos, como si los estuviéramos disfrutando de nuevo.

¿Por qué es importante?
No es sólo importante, es necesaria. Necesitamos la música en muchas ocasiones y en muchos ámbitos de distinta índole, y por supuesto el maravilloso universo de los videojuegos no es una excepción. Sin embargo la importancia no se la da solamente su necesidad, sino el hecho de cumplir bien su cometido.

Ayudar a mejorar la experiencia de juego
Crear algo que consiga acompañar al jugador durante horas y horas mientras intenta salvar a la princesa, o prepara sus tropas para la batalla final supone un gran reto para el compositor, ya que éste debe evitar melodías agobiantes y demasiado repetitivas que puedan estropear otros elementos, como la narrativa o la jugabilidad.

Se pueden crear melodías que acompañen, sí, pero también se va más allá, puesto que la música tiene la gran tarea de ensalzar las emociones que la aventura genera en nosotros, los jugadores. Exactamente como en una película cuando comienza la típica escena de llorar y te ponen esa musiquilla que te dice: pero llora, LLORA YA.
artículo música en videojuegos

La diferencia es que en un videojuego no somos meros espectadores de la historia, sino que somos partícipes de la misma y en ocasiones decisores del camino a tomar y esto hace que esa exaltación de las emociones se incremente.
Por lo tanto, de la misma manera que una buena banda sonora consigue mejorar la historia, una mala composición puede llegar a destruirla por completo. Me estoy acordando del caso de Resident Evil: Director’s Cut, para el cual no tengo comentarios.

Las malas bandas sonoras, o —  digámoslo de otra manera — las bandas sonoras desafortunadas quizás sean algo más del pasado, de aquellos juegos de plataforma que repetían la melodía una y otra vez hasta que te explotaba el cerebro. Puede que en ese caso ni siquiera estemos hablando de bandas sonoras como tal, puesto que el único objetivo de esas composiciones de los años 70 y 80 era servir de apoyo a la imagen gráfica. Eso sí, ¡lo hacían de lujo! Mario Bros o Tetris no serían lo mismo sin su música.


Dejando de lado esa música chip con sus melodías monofónicas, el crecimiento de la industria del videojuego y su divulgación en la sociedad, ha supuesto la transformación de las partituras que arropan a un juego. Lo que antes eran melodías cíclicas se han ido convirtiendo en auténticas bandas sonoras que poco a poco van ganando mayor protagonismo.

Hoy en día perfectamente puedes encontrarte en tus listas de reproducción habitual la banda sonora de Journey, algo de Dark Souls o Dragon Age, y aquí es donde realmente se refleja esa importancia de la que hablábamos antes. Pero, ¿qué es realmente la banda sonora de un videojuego?

No son sólo los temas musicales comercializables o las canciones con principio y final, considero que debemos ir un paso más allá. Una BSO puede ser la intensidad de una nota aguda en un momento de tensión, o el sonido que aumenta gradualmente en un instante de gloria.

Quizás a esto se le llame habitualmente efectos sonoros, pero forman parte del juego como lo puede hacer el tema principal melódico. El género de terror es un claro ejemplo de la necesidad de estas pistas de audio, puesto que juega un papel fundamental en la creación de esa atmósfera de miedo.

Juegos de terror
Bien es cierto que este género es conocido por combinar momentos de silencio sepulcral en los que sólo escuchas los pasos de tu personaje con sonidos extraños que te ponen los pelos como escarpias, pero debemos admitir que el juego no sería nada sin, por ejemplo, esas notas estridentes que acompañan a los tradicionales sobresaltos que te hacen temblar en tu cómoda silla. Es por eso que aunque, como es lógico, lo que escuchemos fuera del videojuego sea una composición completa, no debemos olvidar nunca la importancia de todos los componentes de una banda sonora, bien sean canciones, sonidos extravagantes o fondos musicales recurrentes.

Conclusión
De una forma u otra, las bandas sonoras originales de videojuegos llegan a estar al nivel de cualquier banda sonora de película, y en ocasiones las superan con creces, igual que ya lo están haciendo a niveles de argumento y narrativa (eso ya será tema para otro artículo).

La música de un juego puede pasar de un lugar tranquilo y armonioso a la lucha más infernal de todas lo que en ambos casos nos inspira.

Y es que esas sinfonías nos trasladan a lugares y nos hacen rememorar sentimientos de una manera única y especial. Es única porque ninguna otra cosa en este mundo consigue evocar momentos como lo hace la música. Es especial porque nos recuerda el camino y las dificultades que hemos tenido que pasar para llegar al final de la aventura.

Desgraciadamente nos encontramos con el problema ya conocido en este mundillo, y es que los videojuegos no consiguen llegar a todo el mundo, y aunque con los años el número de jugadores va en aumento, aún estamos muy lejos de lograr que magníficas melodías triunfen en los oídos de todos — casi todos —  y sean consideradas como lo que son: Obras de arte que merecen reconocimiento más allá del propio videojuego.

Por:David Rodríguez Tatjé

El arroz que florece a nuestra voluntad

Investigadores japoneses han logrado controlar la floración del arroz. Tras manipular los genes que intervienen en la formación de las flores, y por tanto del fruto, obtuvieron una variedad que no florecía. Pero, al aplicarle un aerosol usado como fungicida, las flores aparecían entre 40 y 45 días después. Es un arroz transgénico, lo que hace complicado que algún día llegue a ser cultivado, pero controlar el ciclo del principal alimento de la humanidad ya es todo un avance.
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Para la mitad de la población mundial, el arroz es mucho más que la base de una paella o un risotto. Para la mayor parte de los asiáticos y buena parte de los africanos del este es la diferencia entre comer y no comer. En muchos países americanos también es un alimento básico. La planta del arroz, Oryza sativa, depende en extremo de las condiciones del entorno. Su desarrollo, floración y rendimiento se ven muy afectados primero por la cantidad de horas de sol y, después, por la humedad, el viento, la temperatura...

El equipo del profesor de la Universidad de Tokio y unos de los mayores expertos en genética del arroz, Takeshi Izawa, ha dado un gran paso para eliminar tanta incertidumbre: Controlando la floración "podemos encontrar el mejor momento para la cosecha para cada variedad en zonas de cultivo sin importar las condiciones climáticas locales y mejorando el rendimiento o la calidad de la cosecha", dice. El grupo de Izawa, que lleva 20 años investigando los mecanismos moleculares que hay tras las flores del arroz, explica cómo ha logrado controlarlos en la revista Nature Plants.


Resultado de imagen de planta arroz
Los investigadores primero manipularon plantas de varias variedades de arroz hasta conseguir que no florecieran. Para ello indujeron una mayor activación (sobreexpresión en la terminología genética) de un gen llamado Ghd7, que bloquea la expresión de los otros genes que intervienen en la floración. Una segunda manipulación en la ruta de la floración les permitió activarla al actuar sobre otro gen clave, el Hd3a, una especie de gen maestro que indica a la planta cuándo florecer. Lograron así una variedad que, de forma invariable y durante los dos años que lo han estudiado, florecía a los alrededor de 45 días de despertar al Hd3a.


Lo más interesante aquí es cómo activan este gen. Hd3a solo expresa proteínas cuando se le rocía una sustancia usada hasta ahora como fungicida, el probenazole. "Sabíamos que este tipo de fungicidas, llamados activadores vegetales, podían inducir la expresión de algunos genes", comenta Izawa. Tras probar con una docena de ellos, identificaron la región del ADN que, al recibir la dosis de fungicida, promovía el inicio de la transcripción del gen Hd3a. "Pensé que podíamos lograr un sistema de inducción funcional nunca probado hasta ahora", añade.

La experta en genética del arroz del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, Concha Domingo, cree que "después de la fotosíntesis, controlar la floración es de la mayor importancia y no solo en el arroz, en cualquier planta". La maravilla está, primero, en lograr que el arroz no florezca y, después, que lo haga a voluntad. "El gen Ghd7 es un supresor de la floración", recuerda Domingo. "Luego se van al gen master [Hd3a] y hace que florezca cuando quieren", añade.

Resultado de imagen de planta arroz


El problema de esta investigación es la manipulación genética. "Apenas se puede investigar con arroz transgénico y ni uno solo se cultiva" dice Domingo, que recuerda la polémica que suscitó el proyecto del arroz dorado.  A pesar de su potencial, los experimentos con transgénicos no salen de los laboratorios. "Hoy en día se está aprovechando la variedad natural del arroz, su riqueza genética. Por ahí va la investigación", añade la investigadora española.

Izawa sabe de este rechazo. Por eso, afirma medio en broma: "Podemos desarrollar el mismo sistema usando maíz. El arroz y el maíz tienen mecanismos moleculares similares de regulación temporal de la floración. Podríamos hacerlo crecer en EE UU, que es un gran mercado", dice. Allí, hace años que se puede cultivar maíz transgénico.

A Izawa le queda otra opción que no le obligaría a mudarse a suelo estadounidense: aprovechar las posibilidades que ofrece la técnica de edición genómica CRISPR y las tecnologías de autoclonación. Está casi convencido de que no tendrán que usar genes exógenos de bacterias y animales para que, algún día, los agricultores puedan elegir cuando cosechar su arroz. "Lo lograremos usando solo genes del arroz", dice Izawa.

Por: David Rodríguez Tatjé 

La gran sensación del gol


Pues va a ser verdad la popular descripción, hay goles que son como un orgasmo o se le acercan bastante. No es una conclusión del futbolista Sergi Roberto tras marcar el sexto del Barça al PSG, sino de la Universidad de Coimbra tras estudiar el cerebro -sí, han leído bien- de 56 forofos futboleros.
Comprobado científicamente, un gol es como un orgasmo o casi
El estudio de científicos de la histórica universidad portuguesa fue publicado en febrero en la revista SCAN, Social Cognitive and Affective Neuroscience. El trabajo, Amor tribal: la correlación neural del compromiso pasional en fans de fútbol, está firmado por tres hombres y tres mujeres, aunque para el experimento escogieron solo a dos mujeres y a 54 hombres, entre 21 y 60 años de edad. A todos les unía una pasión: eran forofos del Académica de Coimbra o del Oporto, equipos de la Primera División portuguesa cuando se realizó el estudio.
Durante tres años, el equipo del Instituto de Ciencias Nucleares Aplicadas a la Salud colocó cables en la cabeza de los hinchas, les pasó vídeos con las mejores y peores imágenes de sus clubes favoritos, y fue analizando la reacción cerebral de esos fanáticos. Para evitar distorsiones, fueron eliminados del trabajo dos profesionales del fútbol, uno entrenador y otro jugador, por considerar que eran demasiado fríos y racionales.
Según el coordinador del trabajo, Miguel Castelo Branco, algunas de estas regiones neuronales son las mismas que activa el “amor romántico”, aunque no todas, como es el caso de la amígdala, que se activa con la pasión futbolística pero no con la sentimental, lo que le lleva a sopesar que en estas personas, el balón tiene más fuerza cerebral que el corazón.Los científicos observaron que ante un gol favorable al forofo se le activaban circuitos cerebrales de recompensa semejantes a la experiencia del “amor romántico”, en expresión de los investigadores, que no especifican si ese amor se acerca más al platónico o al pasional; lo que sí concluyen es que cuanto más forofo se es más se activan sus neuronas con un gol favorable.
Comprobado científicamente, un gol es como un orgasmo o casi
Otra conclusión curiosa es la del cerebro como órgano optimista. Sus circuitos de memoria emocional recuerdan mejor un gran gol de tu equipo que la victoria del adversario. Es una memoria selectiva, a favor de guardar los buenos recuerdos y olvidar cuanto antes los malos. “La pasión tiende a prevalecer sobre los contenidos más negativos”, explica Castelo Branco, en la información proporcionada por la universidad. “La derrota del rival tiende a ser suprimida de la memoria emocional. El estudio destaca los aspectos positivos de esta forma de amor tribal, y que el cerebro dispone de mecanismos para suprimir contenidos negativos; por eso, parece que el cerebro tiene mecanismos de protección contra memorias susceptibles de llevar al odio tribal”.
Tampoco hay diferencias entre los cerebros de los hinchas de un equipo y otro. El estudio se queda corto, pues con solo dos mujeres de conejillo de indias, no ha podido sacar ninguna conclusión de si la reacción cerebral de una forofa es tan fuerte a la de un forofo.
El estudio del cerebro del hincha es parte de un interés más amplio: el proceso de toma de decisiones bajo emociones extremas, y, para eso, qué mejor que comenzar por el fútbol, una de las actividades humanos donde las emociones llevan a la pérdida de la racionalidad.

Por:David Rodríguez Tatjé

¿Qué pasa en tu cerebro cuando ves una película de terror?


REVISTA: MUY INTERESANTE


Situaciones de estrés agudo como las que se producen al ver una película de terror obligan al cerebro a reorganizarse y hacen rememorar malos momentos, según revela un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Nueva York (EE UU) y publicado en la revista Science

Para llegar a esta conclusión, Erno Hermans y sus colegas trabajaron con 80 voluntarios que vieron escenas de terror de la gran pantalla, como las de la película Poltergeist. Imágenes de resonancia magnética mostraron que varias regiones corticales y subcorticales se activaban y aumentaban su conectividad por la acción del neurotransmisor noradrenalina, que reorganizaba sus recursos neuronales. Así comprobaron que cuando el cerebro se altera por este tipo de experiencias, nuestros sentidos se agudizan y el temor crea un estado de alerta que fortalece los recuerdos de las experiencias estresantes, aunque perjudica nuestra capacidad de análisis. En este proceso se ponen en acción partes del cerebro involucradas en la reorientación de la atención, el aumento de la alerta perceptiva y el control automático neuroendocrino.

VERÓNICA PANIAGUA DÍAZ 4ºA

Criminología: ¿cómo se estudia la personalidad de los asesinos y los terroristas?

REVISTA: MUY INTERESANTE



El 11 de septiembre de 2001 el mundo miraba a Nueva York. Tres grupos de terroristas suicidas estrellaban varios aviones en diversos lugares de Estados Unidos y cambiaban para siempre el rumbo de la historia. Cuando se cumplen 11 años de aquel trágico suceso entrevistamos a Jesús Sánchez Gómez, doctor en criminología e Investigador en Análisis del Terrorismo, cuyos métodos de análisis de la psicología terrorista van más allá de un estudio psicológico de los sujetos, sino que también se centran en el aspecto clínico de las personas. De hecho ha publicado el "Manual de Clínica Criminológoca: Perfil de Peligrosidad Criminal" diseñado específicamente para elaborar perfiles de personas peligrosas y donde se incluye, como ejemplo docente los perfiles de peligrosidad de los yihadistas del 11-M.

El terrorismo, en general, parte de la premisa, en su diseño, de buscar efectos psicológicos a largo plazo, más allá de las víctimas inmediatas del atentado terrorista.
Desde esta perspectiva, la violencia política busca generar inestabilidad desde el impacto mediático, siendo aquí donde nos encontramos con la utilización, por parte de estas asociaciones, de unos instrumentos, relativamente modernos, que les sirve de altavoces para generar el miedo en la población y hacer oír su reivindicación política. Me estoy refiriendo a los medios de comunicación, lo que nos lleva a una apreciación magnificada del terrorismo en cualquiera de sus vertientes, ya sea nacionalista o religioso o meramente mercenario y con finalidad estrictamente económica.
No son tantas las organizaciones terroristas existentes, pero es cierto que los medios y formas que utilizan, con una propaganda mediática bien utilizada y con un efecto devastador e indiscriminado de su resultado criminal, genera en las personas un estado de ansiedad suficiente para mantener en alerta una situación que, a pesar de ser objetivamente escasa, es lo suficientemente impactante y cruel para conseguir su objetivo de terror.
No obstante, los discursos que manejan de máximos y utópicos hacen que se mantengan en el tiempo por irresolubles, cohesionando al grupo por su idilidad, siendo aquí donde entran en juego, al configurar el paradigma del grupo terrorista, diferentes aspectos; el psicológico, al que se refiere la pregunta, y otro, para mi entender muy importante, el sociológico.
Respecto al psicológico, estos sujetos participan de un constructo de personalidad inintimidable, de manera que con una apreciación egocéntrica de sus propios actos y creencias, y cargados, a su vez, de "su verdad", no temen ni a la pena ni al reproche social, si bien, esto no significa que presenten un déficit o patología psicológica, simplemente su personalidad les sitúa en una posición proclive a dar el paso al acto y cometer el hecho criminal.



















VERÓNICA PANIAGUA DÍAZ 4ºA

Descubren las plantas más antiguas de la Tierra



REVISTA:MUY INTERESANTE


Se trata de diminutos fósiles, unos con forma de filamento y otros similares a protuberancias carnosas, que, según los científicos del Museo Sueco de Historia Natural autores del hallazgo, se asemejan a las algas rojas (del filo Rhodophyta). Los manojos de hilillos que se aprecian en sus estructuras interiores recuerdan, efectivamente, a las formas de vida marina actuales.

La importancia de estos fósiles, conservados en unas rocas sedimentarias de Chitrakoot (India), radica en su antigüedad: probablemente tendrían 1.600 millones de años, es decir, 400 millones de años más que las algas rojas –y las plantas– más viejas registradas hasta la fecha. Esto atrasaría sobremanera el principio de la vida compleja en la Tierra, formada por células eucariotas; es decir, con núcleo y envoltura, como las que componen las plantas y animales.









VERÓNICA PANIAGUA DÍAZ 4ª A

Yaca, las bondades de una fruta exótica

Yaca, las bondades de una fruta exótica


Esta inmensa fruta asiática también conocida como panapén o fruta de pan, está empezando a posicionarse como algo más que un simple y enorme manjar exótico



Desde hace tiempo, el Banco Mundial y la ONU vienen alertando de que el aumento generalizado de las temperaturas malogrará muchos cultivos de trigo y maíz, agravando las hambrunas en el mundo.

Por eso, la yaca (Artocarpus heterophyllus), esa inmensa fruta asiática también conocida como panapén o fruta de pan, está empezando a posicionarse como algo más que un simple y enorme manjar exótico. Es espinosa, de textura fibrosa, y tal vez no tenga muy buena pinta, pero es rica en potasio, calcio y hierro. Además, una sola yaca puede alcanzar los 50 kilos de peso, y por lo tanto proporcionar una gran cantidad de alimento. También constituye una buena opción para las cada vez más numerosas personas que deciden sustituir la carne por alimentos de origen vegetal.


Una buena alternativa no solo en la India, Bangladesh, Vietnam o Thailandia, de donde es originaria. En Estados Unidos cada vez es más común utilizar esta fruta tropical en su estado previo a la maduración como sustituto sostenible de la carne. «Tiene fécula y un sabor neutro, así que se presta a cualquier receta», dice Kajsa Alger, quien regenta un restaurante en Los Ángeles. También en Europa se introduce poco a poco. En Holanda, por ejemplo, ya hay tiendas que la importan y exhiben como uno de sus productos estrella, como sucede en el moderno centro alimentario Westland, en Poeldijk. Parece que la yaca, que puede prepararse de múltiples formas, incluso con curry, al estilo teriyaki o tex-mex, será un producto de largo recorrido en un mundo cada vez más poblado.

Aron Domínguez Martín 
Recopilación de National and Gegraphic

Zealandia, un nuevo continente en el océano Pacífico

Zealandia, un nuevo continente en el océano Pacífico




Zealandia es el nombre de un continente oculto que permanece sumergido en un 94% de su extensión, según un sorprendente estudio publicado en GSA Today, el diario de la Sociedad Geológica de América. "Sostenemos que las evidencias geológicas y geofísicas, especialmente aquellas acumuladas en las dos últimas décadas, demuestran que Zealandia no es una colección de fragmentos continentales parcialmente sumergidos, sino un continente coherente de 4,9 millones de kilómetros cuadrados", explican los autores del estudio. "Zealandia es el séptimo continente geológico más grande y, además, es el más reciente, el más fino y el más sumergido", afirma Nick Mortimer, el autor principal del estudio.
Nueva Zelanda y Nueva Caledonia forman parte de este nuevo continente que antiguamente formaba parte del supercontinente Gondwana y que se comenzó a separar en el Cretácico tardío. Zealandia es aproximadamente tan grande como la India, su punto más elevado es el monte Cook de Nueva Zelanda, con 3.724 metros sobre el nivel del mar, y su profundidad máxima corresponde a las llanuras abisales oceánicas de entre 2.500 y 4.000 metros de profundidad. El grosor de la corteza continental de Zealandia varía entre los diez y los treinta kilómetros y se incrementa hasta los cuarenta kilómetros bajo algunas partes de la isla Sur, una de las dos mayores islas de Nueva Zelanda.

Aron Domínguez Martín
Recopilación de National and Geographic

Redescubierta una especie de perro salvaje de Nueva Guinea a 4.000 metros de altura

Redescubierta una especie de perro salvaje de Nueva Guinea a 4.000 metros de altura

El perro salvaje de las tierras altas de Nueva Guinea, una especie que está considerada un eslabón perdido entre los primeros cánidos y los perros domésticos modernos, ha sido detectado por primera vez en más de 50 años viviendo en lugares de gran altura en la isla de Nueva Guinea, al norte de Australia, según revela la Fundación del Perro Salvaje de las Tierras Altas de Nueva Guinea. Este perro, similar al perro cantor de Nueva Guinea, es "el más excepcional y el cánido más antiguo que vive actualmente", expresa dicha fundación. Hasta ahora se conocía la existencia de entre 200 y 300 individuos, todos ellos viviendo en cautiverio, además de dos fotografías bastante creíbles de especímenes salvajes, por lo que se creía que este cánido se había extinguido en su hábitat natural, en el remoto sistema montañoso central de Nueva Guinea.
En septiembre de 2016, y después de tres años y medio de preparación, un equipo de científicos de la Universidad de Papúa llevó a cabo una investigación puntual que permitió detectar indicios definitivos de una población aparentemente sana de perros salvajes de las tierras altas de Nueva Guinea. Los científicos descubrieron huellas, depredaciones, excrementos, dos guaridas, senderos por los que se desplazaban y otros signos característicos de estos animales. Las cámaras finalmente tomaron más de 100 fotografías de al menos 15 individuos, entre ellos machos y hembras, algunas con crías de entre tres y cinco meses, que vivían aislados a unos 3.700-4.600 metros sobre el nivel del mar.                                   
Aron Domínguez Martín 
Recopilación de National and Geographic

sábado, 1 de abril de 2017

Bajo la isla de Mauricio se encuentra un continente escondido

Mauricio es una isla volcánica, formada por sucesivas erupciones volcánicas, que empezaron hace unos nueve millones de años. "Mauricio es una isla y no hay ninguna roca de más de nueve millones de años de antigüedad. Sin embargo, al estudiar las rocas de la isla, hemos encontrado circones de 3.000 millones de años de antigüedad", dice Lewis Ashwal, de la Wits University de Johannesburgo, en Sudáfrica.
¿Cómo es posible? En 2013 también se encontraron indicios de este mineral en una playa de Mauricio, pero hubo bastante escepticismo al respecto: los trajo el viento o llegaron a través de los neumáticos de los coches o ¡en los zapatos de los científicos!
Los circones son minerales que aparecen sobre todo en los granitos de los continentes. Contienen pequeñas cantidades de uranio, torio y plomo y, "debido al hecho de que sobreviven muy bien los procesos geológicos, contienen un abundante registro de estos procesos geológicos y pueden ser fechados con gran precisión", explica la Wits University en un comunicado. "El hecho de que hayamos hallado circones de esa antigüedad demuestra que hay materiales de corteza bajo Mauricio que pudieron originarse en un continente", sostiene Ashwal. Y esta es su tesis:en Mauricio hay fragmentos rocosos de varios tamaños que sugieren la existencia de un continente desconocido bautizado como Mauritia, que se extiende por el océano Índico y que es una parte sobrante de la rotura de Gondwana, el antiguo supercontinente que se comenzó a dividir hace 200 millones de años, formando África, Sudamérica, la Antártida, la India y Australia.
Claudia González 4ºA

¿Por qué Marte es de color rojo?

 Hasta hace muy poco, sobre el color rojizo de Marte solo se podía aventurar que en su composición, al igual que la de Tierra, un planeta rocoso, habría de encontrarse un gran porcentaje de mineral de hierro, y que este, en superficie, debería encontrarse en una forma química oxidada que dotara su superficie del rojo color.
Sin embargo para que se produzca la oxidación del hierro o cualquier otro mineral se antoja una condición bastante importante: la presencia de oxígeno, muy abundante en nuestro planeta, pero sin embargo bastante escaso en la historia química del planeta rojo. No obstante, esta oxidación puede producirse mediante mecanismos distintos a los que requieren presencia de oxígeno. Es decir, a partir de lo que lo que en química se conoce como una reacción en condiciones anóxicas.
Así, los resultados del estudio apuntan a que el color rojo de la superficie de Marte podría deberse a la fuerte oxidación generada por la disolución de macropartículas de pirita en una atmósfera sin oxígeno, lo que generó radicales libres que a su vez indujeron la precipitación de óxidos y sulfatos de hierro. 

Claudia González 4ºA