Hace aproximadamente 130 millones de
años, en una galaxia situada en la constelación de Hidra, orbitaban
dos estrellas de neutrones una alrededor de la otra y chocaron
liberarando gran cantidad de energía en forma de luz y ondas
gravitacionales.
Este acontecimiento fue captado el
pasado agosto por los detectores LIGO (en EE.UU) y VIRGO (en Italia). Unos segundos más tarde, los telescopios espaciales Fermi de la
NASA e Integral de la ESA, observaron detalladamente esa zona del
cielo y se encontraron con un estallido de rayos gamma.
Otros setenta observatorios terrestres
analizaron este suceso durante las siguientes semanas y por primera
vez fueron capaces de apreciar tanto la radiación electromagnética
como las ondas gravitacionales producidas del mismo sitio.
Este tipo de ondas indican los sucesos
más violentos ocurridos en el universo, cómo por ejemplo,
explosiones de supernova, choque de estrellas de neutrones y fusión
de dos agujeros negros.
El primero que dijo que existían fue
Einstein, pero se pensó que jamás se iba a poder demostrar de forma experimental.
Nos encontramos ante un excepcional logro
tanto científico como tecnológico, por el cuál comienza una nueva
etapa de la astrofísica.
Patricia Asensio Rivera, 4º A.
Revista: Muy Interesante.
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