Para Venter, la guerra de Vietnam no tenía sentido alguno, en ella estuvo participando cómo miembro de
un equipo médico, que al tiempo le llevó a intentar quitarse la vida.
Finalmente no lo hizo y acabó pasando a la historia.
En 2001, publicó un artículo en
Science en el que anunciaba la secuenciación del genoma humano. Este hecho lo
habría realizado junto a la ayuda de su empresa Celera, y en a las
Administraciones públicas.
El siguiente éxito de Venter fue en 2010 al fue crear un especie de vida artificial a partir de un genoma sintético.
Era una versión de la bacteria "Mycoplasma mycoides". Esta creación suponía u gran avance, ya que se podían hacer grandes experimentos y pruebas.
Según un investigador del Centro
Nacional de Biotecnología, los científicos usan modelos celulares o
animales, a los que se les añaden o quitan genes, pero esto trae
consigo muchas limitaciones. En este sentido los microorganismo que
presentó Venter, abrían un nuevo camino, ya que se podían hacer
estudios más concretos y con los resultados obtenidos se podría saber más
información.
Venter también fundó dos compañías, ambas basadas en biotecnología y en la biomedicina, estas eran Synthetic Genomics y Human Longevity, en esta destaca el desarrollado centro de investigación de Health Nucleus, que muestra a los clientes
pruebas de secuenciación del genoma y un análisis de los
microorganismos que viven en el tracto gastrointestinal, para que
tomen la control de su salud. El precio ronda los 20.000 euros.
Patricia Asensio Rivera, 4ºA.
Revista: Muy Interesante.
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