En la historia de los
trasplantes de órganos, ha habido muchos obstáculos que sobrepasar
y a los que oponerse.
Todo comenzó en 1947,
cuando se produce el primer trasplante renal, en el que el receptor
sobrevive. En los años 50 del siglo pasado, equipos médicos en
América y Europa, realizan estos trasplantes con órganos que
procedían de cadáveres. En esta década es dónde comienzan los
primeros rechazos inmunológicos, que se intentaban evitar con
medicación, pero aumentaba mucho el riesgo de contraer infecciones.
En los años 60, surge la
idea de definir la muerte de una persona en función del cese de la
actividad cerebral. Aquí, comienzan a trasplantarse órganos que
procedentes de cadáveres con corazón latente.
El primer trasplante de
corazón entre seres humanos ha sido uno de los hechos más notables
en la historia. Fue dirigido por Christiaan Barnard y un equipo de
treinta personas, el domingo 3 de diciembre de 1967 en el Hospital
Groote Schuur de Ciudad del Cabo. El receptor fue Louis Washkansky,
cuyo órgano trasplantado procedía de una joven que había sufrido
un atropello y había ingresado con poca actividad cerebral.
Barnard se emociono mucho,
cuando vio que habían conseguido que el corazón latiera en el
cuerpo del receptor, ya que solo había experimentado este tipo de
trasplantes en animales. Washkansky vivió dieciocho días y murió a
causa de una neumonía.
Unos meses más tarde,
volvió a realizar otro trasplante de corazón, en el que el receptor
Philip Blaiberg, consiguió sobrevivir dos años.
El primer trasplante de
corazón con éxito en España se realizó en 1984, en el Hospital de
la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. El trasplante fue realizado
por el equipo de Josep María Caralps y Josep Oriol Bonnín.
Desde este momento en
España se han realizado más de ocho mil operaciones de este tipo y
las probabilidades de supervivencia a esta operación es de casi un
ochenta por ciento a los doce meses.
Revista: Muy Interesante, diciembre 2017.
Patricia Asensio Rivera.
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