viernes, 14 de diciembre de 2018

El Everest es el basurero más alto del mundo



Cada vez más montañeros, muchos de ellos inexpertos, pagan miles de euros a las agencias de trekking y escalada para que les lleven hasta la cima del monte más alto del mundo, a 8.848 metros sobre el nivel de mar. A su paso, dejan un rastro de tiendas de campaña, botellas de oxígeno, equipamiento diverso e incluso excrementos que no desaparecen porque las bajas temperaturas conservan todos los restos.

A eso se une el hecho de que el calentamiento está derritiendo los glaciares del Himalaya, y los residuos acumulados desde que en 1953 Edmund Hillary y Tenzing Norgay alcanzaran por primera vez la cima quedan expuestos a la vista.

Algunas medidas se han tomado para mejorar esta situación pero no parecen suficientes. Por ejemplo, el gobierno de Nepal obligó hace cinco años a que todas las expediciones pagaran un depósito de 4.000 dólares antes de subir, que les son devueltos si bajan de la montaña con un mínimo de ocho kilos de basura por persona.

De ahí que algunos expertos, como el ingeniero estadounidense Garry Porter, estén considerando la posibilidad de instalar una planta de biogás en el Campamento Base para reciclar los excrementos humanos en fertilizantes.


Marta Esteban Hernandez
Revista : Muy Interesante

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