lunes, 17 de marzo de 2014

LA ÚLTIMA BATIDA

ESPECIALIDAD: Biología, Geografía, Meteorología.
TÍTULO: La última batida.
REVISTA: National Geographic España.
FECHA: Febrero 2014.
RESUMEN:

Este artículo nos habla sobre la última tormenta de Tim Samaras, el famoso cazatormentas.
El 31 de mayo de 2013, conocida como ''El Reno''.

El tornado esta vez es hijo de varias tormentas formadas esa tarde a lo largo de un frente frío en el centro de Oklahoma. Se originó poco después de las seis de la tarde desde el extremo de la supercélula más meridional, donde el aire cálido y húmedo era predominante. Se convirtióen un monstruo denso y cargado de agua que giraba en sentido antihorario a través de unas llanuras que parecían iluminadas por focos de un plató cinematográfico.


Desde el principio hasta el final, la tormenta fue a la vez magistral y feroz.Todas las señales preconizaban que la tormenta se estaba organizando como una supercélula que se desplazaría hacia el este, en dirección a El Reno.

Los meteorólogos habían anunciado la inestabilidad atmosférica extrema en Oklahoma.
A las 15.30 el Servicio Meteorológico Nacional emite un aviso de tornado para la localidad de El Reno. La tormenta se forma en menos de una hora más deprisa que la mayoría.
A las 18.03 se forma el embudo nuboso y toca suelo al sudoeste de El Reno.

En particular, el legendario cazador de tormentas, inventor y explorador Tim Samaras era famoso por practicar su vocación con extrema cautela. La misión que él mismo se había asignado diez años antes (colocar sondas meteorológicas en la trayectoria de los tornados) era muy arriesgada, pero tomaba todas las precauciones posibles para mitigar el peligro. Ensayaba sin cesar la colocación de las sondas y tomaba nota del tiempo empleado. Estudiaba los partes meteorológicos como si las vidas de sus compañeros de equipo dependieran de ello. Planeaba rutas de escape. Y no dudaba en suspender una cacería si el estado de las carreteras no era bueno o el tornado estaba envuelto en demasiada lluvia para discernir con claridad su trayectoria. 




18.26 HORAS. Una camioneta de investigación sale a toda velocidad de la interestatal 40 al este de El Reno huyendo del tornado. Minutos antes, la tormenta alcanzó el coche del equipo TWISTEX de Samaras.


Eran las 18.12 horas.
El tornado ha absorbido tanta humedad que está envuelto en lluvia. 
Mientras reducen la velocidad al acercarse a la intersección, la cuña negra ocupa todo su campo visual al sur. Pero nadie en el coche puede saber cuán grande es realmente el monstruo que hay debajo de la oscura nube. 
No ven que el tornado está arrancando postes telefónicos, ni que ha golpeado con uno de ellos una camioneta ocupada. Solo distinguen una negra masa borrosa indicadora de la violencia de la bestia.
La autopista 81 está despejada. La carretera está practicable. El tornado es de proporciones épicas. Y ellos están cerca de su trayectoria. Está decidido: el equipo TWISTEX colocará sus sondas.
Lo que ve, cuando finalmente lo ve, es algo que Tim Samaras no había visto ni volvería a ver nunca. Es el espectáculo que ha hecho huir a los cazatormentas experimentados. De pronto, el tornado tuerce bruscamente hacia la izquierda. Por lo general, es la señal de que el vórtice se está disipando, pero en este caso crece aún más.
En un minuto se hincha de manera grotesca y multiplica por dos o por tres su diámetro inicial de un kilómetro y medio hasta superar a cualquier otro registrado hasta ahora. Alrededor del tornado original se forman cuatro o cinco vórtices secundarios con vientos que rozan los 485 kilómetros por hora. A las 18.23 la tormenta y sus cazadores se encuentran.
Menos de una hora después, a las 19.06 de ese viernes, un sargento de la oficina del sheriff pasó por la carretera Reuter y divisó un vehículo aplastado en un campo.


DANIEL HINJOS GARCÍA 4º A

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