El papel de la cardiolipina en la regulación del peso
corporal es mucho más importante de lo creído, y de hecho actúa como un
interruptor. Cantidades grandes de cardiolipina producidas en las mitocondrias
de las células de grasa conllevan una mayor quema de calorías, mientras que
cantidades bajas de la sustancia están relacionadas con obesidad y diabetes
tipo 2. Así se ha comprobado en un nuevo estudio llevado a cabo en la
Universidad de Copenhague en Dinamarca.
COMPOSICIÓN DE LA CARDIOLIPINA. |
Las mitocondrias son los pequeños orgánulos que producen la
mayor parte de la energía química dentro de la célula y a menudo se las llama
coloquialmente las "centrales eléctricas" de las células.
La grasa marrón (llamada también a veces "grasa
parda") es un tipo de tejido graso fascinante y único que, a diferencia de
la grasa blanca (la convencional) quema calorías en vez de almacenarlas. Una
célula de grasa marrón funciona como un horno biológico microscópico que
calienta el cuerpo. El nuevo estudio, realizado por el equipo internacional de
Elahu Sustarsic y Zach Gerhart-Hines, revela que la cardiolipina funciona casi
como un interruptor para la actividad de nuestra grasa marrón. Suspender la
producción de cardiolipina en ratones lleva a una resistencia a la insulina,
que es la piedra angular de la diabetes.
Los resultados de los experimentos que los investigadores
han realizado en ratones concuerdan con lo hallado en seres humanos.
Concretamente, las personas con una mutación genética vinculada a una
producción baja de cardiolipina poseen un mayor riesgo que otras de tener
sobrepeso y de desarrollar diabetes tipo 2.
CÉLULAS DE GRASA DE UN RATÓN. |