Los avances en el estudio de
la fauna salvaje muestran las adaptaciones de las especies a unos
hábitats influidos en mayor o menor medida por la actividad humana, como
en el caso del águila calzada. Más de veinte años de seguimiento
confirman cómo los problemas de conservación detectados se combinan con
nuevas oportunidades para la más pequeña de nuestras águilas.
Ignacio Santiago García Dios nos cuenta su historia con el águila calzada (Hieraaetus pennatus). ël estaba iniciando un proyecto de investigación sobre la especie y para ello se trasladó a vivir al valle del Tiétar, al sur de la provincia de Ávila.
Ignacio Santiago García Dios nos cuenta su historia con el águila calzada (Hieraaetus pennatus). ël estaba iniciando un proyecto de investigación sobre la especie y para ello se trasladó a vivir al valle del Tiétar, al sur de la provincia de Ávila.
Desde entonces han transcurrido ya más
de veinte años siguiendo al águila calzada por el centro peninsular,
investigando, publicando artículos y participando en diferentes
proyectos. Pero todavía sigue descubriendo cosas nuevas
sobre esta rapaz, más aún cuando ha ido cambiando sus hábitats y
preferencias para aprovechar los recursos que le brinda el ser humano.
Cambios que por otra parte están enfrentando a la especie a nuevos
problemas al acercarse tanto a nosotros. Sedentarización, invernada y
una ruta migratoria alternativa. Una de las adaptaciones del águila
calzada ha sido el proceso de
sedentarización que ha experimentado en zonas como el sur de Andalucía y
Levante, donde esta especie no emprende su migración anual a los
cuarteles de invernada en el África subsahariana, a diferencia del resto
de las poblaciones ibéricas de la rapaz. Además de Baleares, se han
detectado poblaciones sedentarias de águila calzada en las provincias de
Huelva, Cádiz, Castellón y Valencia.
Al mismo tiempo, ha aumentado el número de observaciones de águilas
calzadas que invernan en nuestras latitudes, incluso en el interior,
como yo mismo he podido observar en las provincias de Ávila y
Valladolid. Pero también hay citas de invernada en el norte y noroeste
peninsular (Galicia, Cantabria, Asturias y País Vasco).
REVISTA: Quercus, junio 2018, N: 388
Victoria Crespo Cruz
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