La isla de Tarifa ( Cádiz ), es un enclave
de gran diversidad e importancia ecológica, donde convergen sin embargo
múltiples intereses y actividades. No es una reserva marina, aunque reúne todas
sus características, y está siendo sobreexplotada. Son muchos los organismos
marinos afectados, pero el más relevante es el coral naranja, una especie muy
sensible a los cambios en su habitar y clasificada como vulnerable por ser endémica
en el Mediterráneo. Las actividades subacuáticas se concentran en esta zona sin
protección y es frecuente que los arrecifes sufran abrasiones, con
consecuencias perjudiciales para el coral naranja. La mayor parte de las
abrasiones se deben a golpes precedentes de embarcaciones, sedales y artes de
pesca que quedan enredados y arrancan las colonias.
Por este motivo se planteó la repoblación del
arrecife como medida amortiguadora de os impactos. El objetivo era conservar
las poblaciones mediante una técnica de repoblación no intrusiva. Consiste en
utilizar los fragmentos desprendidos con pólipos vivos y volverlos a colocar en
la pared de forma correcta y mediante un anclaje químico.
REVISTA: Quercus, Junio 2018
Paula González Cividanes
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