Una impresora 3D normal, va
superponiendo capas de plástico para crear dicha pieza, entonces
esta bioimpresora hará lo mismo lo que con capas de células, para
crear tejidos y órganos tridimensionales.
Para realizar este proceso, la
impresora crea un "andamio" flexible y poroso de hidrogel y
se recubre con células de piel y cartílago. Estas van creciendo y
van ocupando todo el molde con la forma del órgano en cuestión. Al
paso de unos seis meses aproximadamente el hidrogel se biodegrada y
la oreja estará compuesta únicamente de células humanas.
Según a dicho Anthony Atala, se
utlizan las células del paciente porque así están seguros de que no
va a haber rechazo.
Este director también comenta que
antes de que se puedan utilizar estas máquinas, los científicos
deben de saber hacerlo ellos mismos.
Hoy en día, en los laboratorios se
cultivan vejigas, vasos sanguíneos y muchos otros órganos, que ya
se han implantado en pacientes.
Ahora están traduciendo el proceso a
la bioimpresora 3D. Han comenzado por probar riñones e hígados
pequeños, para tratamientos de quimioterapia.
Esto lleva un proceso muy lento, pero
se espera que en el menor tiempo posible esto sea una técnica más a
tener en cuenta.
Patricia Asensio Rivera, 4º A.
Revista: National Geographic.
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