LAS CUATRO ESFERAS DE
LOS PODERES IMPERIALES
Especialidad: Arqueología, geografía
Revista:Geo Número: 248
Resumen: El
emperador Majencio escondió en el siglo IV los máximos símbolos de
poder del Imperio Romano que portaba su ejército. Los estandartes
han sido recuperados en buen estado en Roma, muy cerca del Coliseo.
El
tesoro de las insignias imperiales romanas tenía que haber sido la
prueba tangible de un histórico triunfo militar de Majencio sobre
Constantino I, en la batalla de Ponte Milvio (312 después de
Cristo). El primero encargó a uno de sus hombres la tarea de poner a
salvo las enseñas en un lugar seguro antes del enfrentamiento. Tras
la derrota que le costó la vida ninguno de sus fieles regresó a
recogerlas. Nadie supo donde se escondían durante siglos hasta que,
recientemente, una misión arqueológica dirigida por Clementina
Panella, las halló en el noroeste de la colina del Palatino.
La
excavación de una fosa condujo al encuentro de unas sorprendentes
fundas de madera de álamo y restos de los estandartes ya
deteriorados por el paso del tiempo. También aparecieron dos lanzas
y dos nablos (lanzas cortas). Después hallaron cuatro misteriosas
esferas de vidrio, dos amarillas o doradas, una verde y la otra de
calcedonia, estos bellos objetos eran las desaparecidas insignias del
Emperador Majencio que representaban el poder y se lucían en el
transcurso de asambleas públicas y paradas gloriosas.
Se ha
podido colocar la esfera verde entre los pétalos de hierro del
pequeño cetro. La azul, como representación de la Tierra, aparecía,
seguramente, junto a un águila o un emblema de victoria. Tal vez se
trata de un tercer cetro.
Tras
los enfrentamientos de Turín y Verona, la batalla final se concretó
el 8 de octubre de 312 en RomaCon la seguridad de un ejército de
100.000 hombres, Majencio, saboreaba la victoria. La noche anterior,
acampado con las tropas en la entrada norte de la ciudad, en la Via
Flaminia, Constantino tuvo una visión. Según la leyenda, se le
apareció en sueños una cruz con la inscripción: “con esta señal
vencerás”. Por la mañana hizo grabar en todos los escudos una
cruz latina, derrotó a las tropas enemigas alineadas a lo largo del
Tíber. Majencio murió ahogado en el río.
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