lunes, 19 de diciembre de 2016

Primeros humanos europeos

Los primeros humanos europeos no usaron fuego para consumir alimentos


"El desarrollo de las técnicas para controlar y usar el fuego tuvo lugar en algún momento entre hace 1,2 millones y 800.000 años", según Karen Hardy, la principal autora de un estudio sorprendente

La prueba directa más antigua de consumo de alimentos por parte del género Homo procede de un fragmento de mandíbula hallado en 2007 en la Sima del Elefante de Atapuerca, según anunció ayer la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). El análisis de los microfósiles incrustados en la placa dental de una de las muelas, de 1,2 millones de años de antigüedad y perteneciente a uno de los primeros humanos europeos, arroja resultados sorprendentes. El cálculo dental de este hominino indica que ingirió alimentos crudos, por lo que el uso intencionado del fuego aún no se habría producido. Saber cuándo se produjo el uso intencionado del fuego es imprescindible para entender la evolución humana porque los alimentos cocinados proporcionan mayor energía y el uso del fuego para cocinar podría estar relacionado con el aumento de tamaño del cerebro humano a partir de hace 800.000 años. En el nuevo estudio, publicado en The Science of Nature, participan diferentes instituciones internacionales, entre ellas ICREA de la UAB, y la Universidad de York.

En la muela de este individuo primitivo se han detectado trazas de tejido animal crudo, granos de polen de una especie de pino, gránulos de almidón crudos que indican el consumo de plantas herbáceas gramíneas, fragmentos de insectos, esporas fúngicas y un resto de fibra vegetal no comestible junto a un surco interdental, lo que sugiere su posible uso como palillo dental. Ninguno de los restos fue sometido al fuego y tampoco hay evidencias de inhalación de microcarbón, que suele ser un claro indicador de proximidad al fuego. Obviamente se podría pensar que su dieta era un caso aislado, pero las pruebas más antiguas de uso de fuego en Europa tienen 800.000 años de antigüedad. Los restos más antiguos de una hoguera en Europa se encuentran en el yacimiento de Cueva Negra en Murcia y, en un tiempo posterior, en el yacimiento israelí de Gesher Benot Ya’aqov, según apunta Karen Hardy, la autora principal de la investigación.

"En este estudio hemos podido demostrar que los europeos más antiguos entendían y explotaban su entorno para obtener una dieta equilibrada hace 1,2 millones de años, comiendo diversidad de alimentos y combinando plantas ricas en almidón -carbohidratos- con carne", explica Hardy. "Todo ello nos hace pensar que el desarrollo de las técnicas para controlar y usar el fuego tuvo lugar en algún momento entre hace 1,2 millones y 800.000 años, lo que revela una nueva cronología sobre cuándo empezaron los primeros humanos a cocinar los alimentos"

Darío Covaleda Martín 4ºA

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