viernes, 27 de noviembre de 2020

La vida marina empieza a recuperarse



Muchas actuaciones para conservar y restaurar el medio marino han tenido éxito. Ha bastado pensarlas bien y ponerlas en práctica para comprobar la rápida mejora del estado de nuestros mares. Además, los beneficios económicos subsiguientes aumentan a medida que los ecosistemas recuperan sus funciones.


A nadie le gustan las malas noticias. De hecho, el interés por las catástrofes y desgracias naturales decae con el tiempo como una forma innata de proteger nuestra salud mental. La gran mayoría de la literatura científica sobre cambio global en ecosistemas marinos no trae buenas nuevas: récords de altas temperaturas, destrucción masiva de ecosistemas o desaparición de especies. A veces es difícil escribir de forma positiva sobre la situación ambiental y reconocer que de nada sirve estar concienciados si no actuamos en consecuencia. Necesitamos conectar con la esperanza de que podemos revertir situaciones adversas, influir en procesos de cambio e involucrar a cada vez más gente entre los indiferentes y los escépticos. Y no hay nada que genere más esperanza que explicar ejemplos concretos de éxito.

En este sentido, el español Carlos Duarte y sus colaboradores acaban de publicar una exhaustiva revisión de estudios sobre programas de conservación y restauración marina, con el objetivo de destacar en cuatro bloques temáticos las luces que se aprecian entre las muchas sombras que aún amenazan a nuestros mares y océanos.






 Natalia Crego Mateos 

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