Un equipo de investigadoras de la Universidad de La Laguna, en Tenerife, desarrolla el proyecto Seastore, un trabajo pionero para la conservación y restauración de las praderas de la fanerógama marina Cymodocea nodosa, los llamados sebadales, muy valiosos para la biodiversidad marina.
Se trata de un proyecto "ambicioso" que busca ofrecer soluciones a los vacíos que existen actualmente en relación a la conservación de esta especie. Sebadal es la denominación que se le da en Canarias a las praderas formadas por la fanerógama marina Cymodocea nodosa (planta adaptada a vivir en el medio marino, con raíces, hojas, rizomas, flores, frutos y semillas).
En las islas esta planta forma extensas praderas en fondos arenosos someros de las costas protegidas de todo el archipiélago, a excepción de El Hierro y La Palma.
Sirven de refugio y sustento para miles de especies de organismos marinos, desde seres planctónicos microscópicos a grandes mamíferos marinos y tiburones, albergando una biodiversidad muy superior a la que se puede encontrar en zonas adyacentes desprovistas de vegetación.
Constituyen el hábitat crítico y de desove de multitud de especies de interés pesquero, como viejas, cabrillas, pejerreyes, sierras, bicudas, chopas, sargos, gueldes, salmonetes, jureles, pejepeines, brecas, lenguados y gallos, entre otros, así como su sostén trófico y de salubridad (reducción de patógenos).
Estos bosques marinos suponen la base de la pesca artesanal de las islas, producen y sostienen una biomasa de especies de interés pesquero con un valor medio que puede superar los 600.000 euros al año a escala insular. Limpian y purifican el agua, filtrando, reciclando y fijando nutrientes y otros contaminantes.
No obstante, a pesar de su inmenso valor, sus poblaciones se encuentran en declive, y ya se ha perdido un tercio del área colonizada por Cymodocea nodosa desde que se tiene registro.
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