La bioluminiscencia, definida como la producción de luz visible por organismos vivos, es un fenómeno generalizado. Desde los diminutos dinoflagelados que iluminan bahías enteras, pasando por hongos y luciérnagas, la bioluminiscencia también puede hallarse en diversos taxones marinos superiores como calamares, sepias y tiburones. Esta luz viva, también llamada luz fría, se produce generalmente a través de una reacción bioquímica; concretamente a través de la oxidación de un sustrato llamado luciferina mediante la acción de una enzima, la luciferasa, o bien mediante una serie de complejos estabilizados que reciben el nombre de fotoproteínas.
Si hablamos de tiburones, y más concretamente de tiburones que brillan en la oscuridad, cabe decir que la bioluminiscencia ya se había documentado previamente en casi alrededor de una docena de especies de escualiformes. Las primeras menciones a la emisión de luz de los tiburones se remontan al siglo XIX, sin embargo, ahora un equipo de investigadores de la Universidad de Lovaina y del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera -NIWA-, de Wellington, en Nueva Zelanda, acaba de dar a conocer 3 nuevas especies de tiburones de aguas profundas bioluminiscentes que producen una luz azul verdosa suave gracias a unas células especializadas en su piel.
Para descubrir que efectivamente estas especies eran bioluminiscentes, y tras varios intentos fallidos de reproducir el fenómeno en condiciones controladas de laboratorio, el investigador de la Universidad de Lovaina, Jérôme Mallefet, autor principal del estudio, transportó en una expedición a las profundidades marinas a varios ejemplares de estos escualiformes rescatados de las redes de un barco pesquero. Una vez en la zona de penumbra, entre los 200 y 900 metros de profundidad, pudo comprobar asombrado como estas 3 especies de tiburones se iluminaban en la oscuridad. "Fue impresionante verlos iluminarse" cuenta Mallefet. "Casi lloro de emoción". "Este descubrimiento se suma a nuestro conocimiento de cuán prevalente es el fenómeno de la bioluminiscencia en estos y otros animales marinos" puntualiza el autor.
Diego García Iglesias
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