Esta vacuna frente a la COVID se suma a las tres ya disponibles en Europa, donde tan solo faltaría la aprobación legal para su distribución comercial.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) acaba de emitir un comunicado en el que recomienda el uso de la vacuna de Janssen en Europa para mayores de 18 años, una gran noticia dados los problemas actuales en el suministro de vacunas para proteger frente a la COVID-19.
Según los expertos del Comité de Medicamentos de la EMA, los datos sobre la vacuna de Johnson and Johnson/Janssen son sólidos y cumplen los criterios de eficacia, seguridad y calidad. Esta vacuna frente a la COVID-19 será, por tanto, la cuarta en ser aprobada en la Unión Europea para prevenir la enfermedad.
Primera vacuna monodosis en Europa:
Otra buena noticia es que la vacuna de Janssen es la primera de dosis única que se aprueba en Europa, algo que sin duda va a agilizar mucho las campañas de vacunación y que se espera ayude a desbloquear la situación de escasez de suministro actual.
Eficacia del 67 %:
Los resultados de un ensayo clínico en el que participaron ciudadanos de Estados Unidos, Sudáfrica y diversos países de América Latina revelan que la vacuna COVID-19 de Janssen es eficaz para prevenir la infección en personas mayores de 18 años. Dos semanas después de recibir la vacuna, se encontró una reducción del 67 % en el número de casos son síntomas.
Los efectos secundarios de esta vacuna son similares a los del resto de fármacos ya aprobados para prevenir la COVID-19: dolor en el lugar de la inyección, dolor muscular, náuseas, dolor de cabeza y cansancio. Todos estos síntomas fueron por lo general de leves a moderados y desaparecieron dos días después de la vacunación.
Así funciona la vacuna de Janssen:
Se trata de una vacuna basada en un virus (adenovirus) desactivado que ha sido modificado para contener el gen que fabrica la proteína S del SARS-CoV-2, clave para la entrada del virus en las células de nuestro organismo. De esta forma, el adenovirus transmite el gen del SARS-CoV-2 a las células de la persona vacunada. Luego, las células pueden usar el gen para producir la proteína S, que a su vez será reconocida por el sistema inmunológico. Este producirá anticuerpos y activará las células T para atacarla de forma que, si más adelante la persona entra en contacto con el virus del SARS-CoV-2, su sistema inmunológico reconocerá la proteína S y estará listo para defender al organismo.
Lucía Herrero
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