jueves, 16 de enero de 2020

Los astrónomos revelan la ruta de los ladrillos de la vida en el universo

El fósforo es uno de los elementos esenciales para la vida. Está presente en el ADN y participa en la construcción de membranas celulares. Una nueva investigación explica cómo este ladrillo básico de la vida podía haber llegado a la Tierra.


Combinando las capacidades de la instalación ALMA en Chile y del espectrómetro Rosina a bordo de la sonda Rosetta, de la Agencia Espacial Europea (ESO, por sus siglas en inglés), los astrónomos rastrearon el viaje del fósforo desde las regiones de formación de estrellas hasta los cometas.


La investigación permitió identificar dónde se forman algunas moléculas portadoras de fósforo, como el monóxido de fósforo.


Las observaciones de ALMA mostraron que las moléculas portadoras de fósforo aparecen a medida que se forman las estrellas masivas.


Entre las estrellas, hay regiones de gas y polvo en forma de nubes en las que nacen nuevas estrellas y sistemas planetarios. Estas nubes interestelares son unos lugares ideales para iniciar la búsqueda de los ladrillos básicos necesarios para construir la vida, afirma el comunicado de la ESO.


Los flujos de gas que emanan de las estrellas masivas jóvenes abren cavidades en las nubes interestelares. En las paredes de esas cavidades, se forma el monóxido de fósforo a través de choques y radiación de la estrella que está naciendo.


El monóxido de fósforo puede congelarse y quedar atrapado en los granos de polvo helados que permanecen alrededor de la nueva estrella. Esos granos de polvo se unen para formar guijarros, rocas y, finalmente, cometas que se convierten en transportadores de monóxido de fósforo.


Los descubrimientos del equipo de ALMA hicieron a los científicos del proyecto Rosina reconsiderar los datos sobre el cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko. Resultó que contenía el monóxido de fósforo.




Yeray García Fontánez


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