Todo apunta a que se trata de una relación mutualista en la que ambas especies salen beneficiadas, y es única en el medio marino. La esponja atrapa presas y abastece de alimento al gusano. Por su parte, la bioluminiscencia del gusano hace que las capturas de su hospedadora sean más fructíferas.
Las esponjas carnívoras son unos organismos poco conocidos que habitan preferentemente en los mares y océanos profundos de nuestro planeta. Aunque suelen ser animales solitarios, en este artículo te vamos a acercar a la historia de una simbiosis muy especial, la que se da entre una esponja carnívora del mar Cantábrico y su gusano simbionte. Nuestros últimos estudios (1, 2) han arrojado luz sobre esta relación entre dos organismos que muy bien podrían haber sido depredador y presa.
Tanto si es por una estrella de la televisión llamada Bob, o por la esponja que usas en tu bañera, seguro que has oído hablar de ellas. Pero, ¿qué son realmente las esponjas? Aunque no lo parezca, son animales que pueden tener multitud de formas y colores. Forman uno de los grupos más antiguos que se conocen (aparecieron hace al menos 700 millones de años) y hasta la fecha se han descrito cerca de 10.000 especies.
Tanto si es por una estrella de la televisión llamada Bob, o por la esponja que usas en tu bañera, seguro que has oído hablar de ellas. Pero, ¿qué son realmente las esponjas? Aunque no lo parezca, son animales que pueden tener multitud de formas y colores. Forman uno de los grupos más antiguos que se conocen (aparecieron hace al menos 700 millones de años) y hasta la fecha se han descrito cerca de 10.000 especies.
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