jueves, 18 de marzo de 2021

AstraZeneca: ¿cómo sabemos si una vacuna produce efectos adversos?

Una vez que se complete la revisión, se harán las recomendaciones necesarias para minimizar los riesgos y proteger la salud de los pacientes, si fuera necesario.





En las últimas semanas han aparecido diferentes noticias en los medios
 de comunicación que 
relacionaban la vacunación frente a la covid-19 con casos mortales.
Primero Austria detuvo la vacunación con el lote ABV5300 de la vacuna
 de AstraZeneca debido 
a la notificación de dos eventos trombóticos, uno de ellos con desenlace
 mortal. A esta decisión 
se sumaron varios países donde también se había distribuido.
A día de hoy, ya han suspendido la vacunación con cualquier lote de AstraZeneca 
varios países
 europeos. Entre ellos, se encuentran España, Dinamarca, Noruega, Islandia, Italia,
 Alemania y Francia.
Ante tanta incertidumbre, es importante matizar esta información para evitar el
 sensacionalismo
 desmesurado que tanto afecta a una población cansada de esta pandemia y
 que puede causar miedo
 a la vacunación. 
Para ello, es fundamental conocer cómo funciona la farmacovigilancia y
 cómo se está 
controlando la seguridad de las vacunas que se están administrando actualmente.
Ante una situación de alerta como esta, las autoridades de cada país pueden
 adoptar medidas
 para su territorio. En esta ocasión, diferentes países han aplicado un principio 
de cautela,
 pero ello no
 quiere decir que las decisiones hayan sido motivadas por las agencias de
 los medicamentos
 nacionales o internacionales.
En España ha ocurrido lo mismo, es decir, varias comunidades autónomas
 detuvieron 
la vacunación con el lote ABV5300 a pesar de que la autoridad encargada
 a nivel nacional de tomar
esas decisiones no lo había recomendado. Entonces nos preguntamos,
 ¿quién toma estas
 decisiones?
 ¿Cuál es el proceso que se lleva a cabo ante una situación como la actual?

Proceso de farmacovigilancia

Para que una vacuna se comercialice debe cumplir unos requisitos muy
 exigentes de calidad,
 eficacia y seguridad. Esta información se extrae de los ensayos clínicos
 y permite que las
 autoridades aprueben la vacuna.
Una vez que estas se están administrando a la población, es necesario realizar
 una vigilancia
 continua de la seguridad. El objetivo es detectar las reacciones adversas que
 se dan con una 
frecuencia menor y, por lo tanto, no han podido observarse en los ensayos
 clínicos previos.
Este proceso lo realizan los sistemas de farmacovigilancia, que son redes 
estructuradas que se 
encargan de evaluar los riesgos asociados a los medicamentos una vez han
 sido comercializados.
 Garantizan que los beneficios sean superiores a los riesgos. Se trata de un 
trabajo colaborativo 
con diferentes agentes implicados, como las agencias reguladoras,
 las administraciones públicas, 
los titulares de autorizaciones de comercialización y los profesionales sanitarios.
Es importante tener presente que estos sistemas se encargan de recoger y evaluar 
acontecimientos
 adversos. Entre ellos, se incluye cualquier problema de salud que ocurra
 después de la vacunación. 
Estos no tienen que ser ocasionados necesariamente por la vacuna, ya que
 pueden darse problemas 
médicos que coinciden en el tiempo o que estén relacionados con el propio 
acto de la vacunación. 
Por lo tanto, los acontecimientos adversos recogidos por estos sistemas no se
 pueden considerar
 directamente reacciones adversas a la vacuna. Requieren un proceso de estudio.

Cómo se hace la evaluación en España

En el caso de España, es el Sistema Español de Farmacovigilancia 
de Medicamentos de
 Uso Humano (SEFV-H) quien se ocupa de este proceso. Está compuesto
 por los Centros
 Autonómicos de Farmacovigilancia y coordinado por la Agencia
 Española de Medicamentos 
y Productos Sanitarios (AEMPS).
Este sistema realiza una valoración permanente de los acontecimientos
 adversos notificados tras
 la vacunación y se registran en una base de datos, que a su vez está 
conectada con la base de datos
 europea gestionada por la EMA. De igual forma, cada país europeo
 recoge y analiza los 
acontecimientos adversos notificados en sus territorios y vuelca sus
 datos en la base de datos europea.
En cada uno de los niveles, la información se amplía, se revisa y se
 evalúa, para comprobar si hay
 una relación causal entre la vacunación y la aparición del acontecimiento 
adverso de forma continua
 y con la mayor celeridad. El objetivo es identificar posibles nuevas 
reacciones adversas que deben
 someterse a una evaluación más amplia y profunda en la Unión
 Europea para confirmar o descartar
 la relación con la vacuna. Esto es lo que ha ocurrido en los últimos días.

¿Cómo sabemos si el acontecimiento adverso se ha producido por la vacuna?

Cuando se vacuna a un número tan elevado de personas en un corto periodo
 de tiempo, entre 
ellas grupos de pacientes con riesgo de padecer ciertas enfermedades, 
es inevitable observar un
 número elevado de acontecimientos adversos sin que eso signifique que se
 deban a la vacuna.
Hay que tener en cuenta que muchos de estos eventos aparecerían de igual 
forma si la persona no
 hubiera recibido la vacuna. Por lo tanto, esta información debe analizarse 
cuidadosamente para
 diferenciar problemas médicos asociados a la vacuna de aquellos que 
igualmente habrían ocurrido
 aunque la persona no se hubiera vacunado.
Para realizar este análisis, se documentan al máximo los casos y se valoran 
determinados datos.
 Por ejemplo, la secuencia temporal, el tiempo trascurrido entre la 
administración de la vacuna y 
la
 aparición de los síntomas, antecedentes médicos, medicación concomitante, 
factores de riesgo,
 evolución del paciente, etc., además de pruebas de laboratorio e imagen.
En los casos en los que hay un desenlace mortal, se valora información
 adicional como aquella
 procedente de autopsias, certificados de defunción y registros médicos relevantes. 
Toda esta información permite saber si existen causas alternativas que puedan haber 
causado el acontecimiento médico.

En estos momentos, el PRAC, Comité de Evaluación de Riesgos de
 Farmacovigilancia de la
 EMA,
 está revisando todos los casos de eventos tromboembólicos y otras
 afecciones relacionadas con
 coágulos de sangre, notificados después de la vacunación con la
 vacuna de AstraZeneca.
Esta revisión se está realizando en el contexto de una señal de seguridad,
 de forma acelerada. 
Una señal de seguridad es información sobre un evento adverso nuevo o 
incompletamente
 documentado que podría estar potencialmente causado por un medicamento
 y que justifica 
una mayor investigación.

¿Acontecimiento adverso o reacción adversa?

Además de la evaluación individual de cada caso, estos se tienen que
 contextualizar, es decir,
 comparar la incidencia de aparición de estos acontecimientos en las
 personas vacunadas frente
 a la incidencia en la población no vacunada.
Este análisis nos permite saber si realmente hay un aumento de 
acontecimientos concretos 
en la población que ha recibido la vacuna. Es decir, hay que diferencia
r entre acontecimiento 
adverso o reacción adversa.
Tal y como explica la AEMPS, un evento adverso es cualquier suceso 
indeseable experimentado 
por un paciente, independientemente de que se sospeche o no del
medicamento administrado. 
Un ejemplo de un evento adverso es un paciente que sufre un accidente de tráfico
 mientras estaba con un tratamiento farmacológico específico. Por su parte, 
una reacción adversa (RAM) es
 cualquier suceso indeseable que ha sucedido con el paciente mientras estaba utilizando
 un medicamento y 
existe la sospecha de que es causado por el medicamento.
En el caso que estamos estudiando en este artículo observamos que, hasta el 10 de marzo, 
se habían notificado treinta casos de episodios tromboembólicos entre cerca de cinco millones
de personas vacunadas con la vacuna de AstraZeneca en la Unión Europea.
El número de eventos tromboembólicos en personas vacunadas estaría dentro de lo esperado. 
Es decir, no es mayor que el número observado en la población general, ya que solo de
 tromboembolismo pulmonar se estima una incidencia anual de entre 70 y 113 casos por
 cada 100 000 personas de cualquier edad en la población general.
En España, en 2018, se produjeron 11 ingresos hospitalarios por cada 100 000 habitantes 
de 35 a 39 años por embolismo pulmonar. Esta cifra se incrementa a 82 casos por cada 
100 000 personas de 65 a 69 años y es mayor en personas de edad más avanzada.

Causas de la suspensión de la vacunación de AstraZeneca

Actualmente, con los datos disponibles, no hay indicios de que la vacuna de AstraZeneca 
sea la causa de los acontecimientos tromboembólicos. Por tanto, el PRAC recoge que los
 beneficios de la vacuna continúan superando sus riesgos y puede continuar administrándose
 mientras se finaliza la evaluación de todos los acontecimientos relacionados con las
 alteraciones de la
 coagulación notificados.
Una vez que se complete la revisión, el PRAC hará las recomendaciones 
necesarias para minimizar los riesgos y proteger la salud de los pacientes, si fuera necesario.
En las últimas semanas han aparecido diferentes noticias en los medios
 de comunicación 
que relacionaban la vacunación frente a la covid-19 con casos mortales.
Primero Austria detuvo la vacunación con el lote ABV5300 de la vacuna 
de AstraZeneca 
debido a la notificación de dos eventos trombóticos, uno de ellos con desenlace mortal. 
A esta decisión se sumaron varios países donde también se había distribuido.
A día de hoy, ya han suspendido la vacunación con cualquier lote de AstraZeneca
 varios países
 europeos. Entre ellos, se encuentran España, Dinamarca, Noruega, Islandia, 
Italia, Alemania y Francia.
Ante tanta incertidumbre, es importante matizar esta información para evitar
 el sensacionalismo desmesurado que tanto afecta a una población cansada
 de esta pandemia y que puede causar miedo a la vacunación. Para ello, es
 fundamental conocer cómo funciona la farmacovigilancia y
 cómo se está controlando la seguridad de las vacunas que se están administrando actualmente.
Ante una situación de alerta como esta, las autoridades de cada país pueden adoptar medidas
 para su territorio. En esta ocasión, diferentes países han aplicado un principio de cautela, pero
 ello no quiere decir que las decisiones hayan sido motivadas por las agencias de los
 medicamentos nacionales o internacionales.
En España ha ocurrido lo mismo, es decir, varias comunidades autónomas detuvieron 
la vacunación con el lote ABV5300 a pesar de que la autoridad encargada a nivel nacional 
de tomar esas decisiones no lo había recomendado. Entonces nos preguntamos, ¿quién toma
 estas decisiones? ¿Cuál es el proceso que se lleva a cabo ante una situación como la actual?
Ainoa Esteban Nieto4ºA

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