viernes, 12 de marzo de 2021

Dentro de mil millones de años, sin oxígeno en la atmósfera de la Tierra

La vida florece en la Tierra, pero su final es previsible. Según un estudio, dentro de mil millones de años se extinguirán fulminantemente todos los organismos superiores.

La noticia buena: durante al menos mil millones de años, la atmósfera de la Tierra tendrá oxígeno suficiente para que pueda haber en ella vida de orden superior. Pero transcurrido ese período, en un lapso de tiempo que desde un punto de vista geológico será brevísimo, habrá una extinción masiva tras la cual solo sobrevivirán en nuestro planeta ciertos microbios: ya no habrá más oxígeno en la atmósfera. A esta conclusión llegan Kazumi Ozaki, de la Universidad Toho, en Funabashi, Japón, y Chris Reinhard, del Instituto de Tecnología de Georgia, en Atlanta, tal y como explican en Nature Geosciences. Ambos científicos han modelizado tanto la geosfera y la biosfera de la Tierra, con su clima, como el Sol, para ver cómo cambiarán las condiciones en el futuro.

El contenido de oxígeno de la atmósfera terrestre se mantendrá más o menos en su nivel actual de un 21 por ciento a lo largo de mil millones de años. Pero entonces, en solo 10.000 años, se desplomará hasta niveles como los de antes de la llamada catástrofe del oxígeno, que ocurrió hace 2400 millones de años. Fue por entonces cuando por primera vez grandes cantidades de oxígeno llegaron a la atmósfera y se acumularon en el mar gracias a la fotosíntesis. Mató a muchos de los seres vivos de entonces, anaerobios, pero puso los fundamentos del desarrollo de las formas superiores de vida.

La razón principal de la desoxigenación de dentro de mil millones de años será el Sol. En su evolución se volverá más caliente y radiará más energía. La consecuencia en la Tierra será la disminución en la atmósfera del contenido de dióxido de carbono, que se descompondrá. Las plantas se quedarán así sin alimento para la fotosíntesis y se morirán y extinguirán por ello.

Por una parte, se romperá entonces la cadena alimenaria entera; por otra, la fotosíntesis dejará de suministrar oxígeno; y mientras, la oxidación esquilmará el gas. El contenido atmosférico de metano relativo al de dióxido de carbono aumentará muchísimo: el efecto invernadero se intensificará pese al retroceso del dióxido de carbono.

Al final sobrevivirán solo microbios extremófilos que medren sin oxígeno. Desde su actual nicho acabarán por dominar de nuevo en el planeta. O al menos en parte de él, ya que los continentes y las capas superiores de los océanos serán demasiado extremos hasta para esos organismos. Con la pérdida de oxígeno desaparecerá también la capa de ozono, que protege la Tierra de la fuerte radiación ultravioleta del cielo. Nuestro planeta se volverá muy poco acogedor.



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