viernes, 20 de marzo de 2015

La fétida y peligrosa cicuta

LA FÉTIDA Y PELIGROSA CICUTA

ESPECIALIDAD: Biología

REVISTA: Quercus

NÚMERO: 349

TÍTULO: La fétida y peligrosa cicuta


Para no ser una presa fácil de los animales herbívoros, las plantas necesitan desarrollar un sistema de defensa. Estos pueden ser muy variados llegando incluso a causar la muerte del agresor. Muchas veces se requieren grandes complejidades en los mecanismos de defensa como la generación de principios tóxicos, algo que encontramos en una de las hierbas comunes que nos rodean: la cicuta mayor.

La cicuta mayor se trata de una hierba que crece en suelos ricos y profundos, con cierta humedad, por ello, es habitual encontrarla a la orilla de carreteras y caminos, aunque también aparecen en las orillas de los ríos, en campos abandonados y en escombreras.

Esta puede llegar a superar los dos metros de altura. De una raíz pivotante, necesaria para sostener dicha planta, crecen sus tallos largos, huecos y con manchas de color púrpura. Las hojas son muy grandes y de color verde oscuro o grisáceo. Las flores, que crecen en el extremo de los tallos, son grandes y de color blanco. Este aspecto ha hecho que algunas veces se confunda esta planta con el perejil, produciendo algún que otro accidente, por esto, la cicuta recibe también el nombre de perejil de las brujas.


La cicuta es de alta toxicidad para el hombre, son suficientes 10g para producir la muerte en tres o cuatro horas. Algunos de los síntomas son dolor de cabeza y pérdida de visión, se turba el sentido, se dilatan las pupilas, se enfrían las partes extremidades… finalmente la muerte es producida por ahogamiento debido a una parálisis respiratoria.

La cicuta ha sido utilizada para envenenar el agua de charcas y pozas y así poder coger fácilmente a los peces aturdidos.

La cicuta también ha tenido fines médicos.


                                                           CAROLINA DOMÍNGUEZ PUERTAS.

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