miércoles, 18 de diciembre de 2019

¿Podemos teletransportarnos?

La detección de Oumuamua, un misterioso objeto con forma de cigarrillo, revolucionó a la comunidad científica en torno a su posible origen. Se cree que este objeto, considerado el primer objeto interestelar detectado en las inmediaciones de nuestro Sistema Solar, es en efecto, un asteroide visitante del espacio profundo.

La NASA anunció el pasado 12 de septiembre el descubrimiento del que sería el segundo objeto interestelar próximo a nosotros. Fue descubierto el 30 de agosto y fue denominado C/2019 Q4, o Borisov. El objeto, probablemente un asteroide, todavía se encuentra en su ruta hacia el Sol, pero se cree que no se acercará demasiado a él, sino que permanecerá más allá de la órbita de Marte. 

El 8 de diciembre de 2019 alcanzó su punto más cercano al Sol, el perihelio. Respecto a la Tierra, no se acercó más de unos 300 millones de kilómetros. Tras esta rápida visita, Borisov se aleja de nuevo a toda velocidad hacia la inmensa lejanía del cosmos, para no volver jamás.

Las observaciones realizadas por Karen Meech y su equipo en la Universidad de Hawái indican que el núcleo del cometa tiene un diámetro de entre 2 y 16 kilómetros.


¿Cómo sabemos su procedencia?


Precisamente, una de las pistas que han permitido concluir que este objeto es, en efecto, un visitante del espacio profundo, es su velocidad. Se mueve a unos 150.000 kilómetros por hora, mucho más rápido de las velocidades típicas de los objetos que orbitan el Sol a esa distancia.

Por tanto, la alta velocidad indica no solo que el objeto probablemente se originó fuera de nuestro Sistema Solar, sino que no podrá quedarse: tal como vino, se irá y regresará al espacio interestelar.



Yeray García Fontánez

No hay comentarios:

Publicar un comentario