domingo, 15 de diciembre de 2019

Hallan los fósiles más antiguos de la Tierra.

Restos de microorganismos de 3.770 millones de años, que fueron descubiertos en rocas sedimentarias de antiguas fuentes hidrotermales, se convirtieron en la primera evidencia de vida en la Tierra.


Desde hace tiempo se considera a las fuentes hidrotermales bajo los océanos uno de los primeros entornos que albergaron vida en la Tierra por su contenido rico en hierro. Es en esos lugares donde los científicos se han centrado para encontrar las primeras formas de vida bacteriana en la Tierra.

"Tiene sentido que los primeros organismos se preserven en las fuentes hidrotermales. Estos entornos proporcionan la energía y los gradientes químicos necesarios para iniciar los primeros procesos metabólicos".

El equipo internacional de científicos analizó fragmentos de jaspe, una roca sedimentaria, hallados en la franja de Nuvvuagituuq en Quebec (Canadá), y que posiblemente pertenecieron a antiguas fuentes hidrotermales. Estudios anteriores los habían datado en entre 3.770 y 4.290 millones de años.

FORMAS ANTIGUAS DE VIDA BACTERIANA.

Los resultados confirman que la vida temprana prosperó en los ambientes hidrotermales poco después de la información de la Tierra. Microfósiles en forma de tubos de hierro con o sin filamentos internos de hierro, filamentos torcidos de hierro, gránulos de óxido de hierro, rosetas de carbono cortadas y rodeadas por masas de apatita, entre otros, son algunos de los elementos hallados en las rocas.

"La materia orgánica como el grafito se produce en las rosetas carbonatadas y con la apatita", indica el investigador. Hasta ahora, los microfósiles más antiguos databan de hace unos 3.640 millones de años y se hallaron al oeste de Australia, pero algunos científicos consideran que no había elementos biológicos en las rocas.

En el nuevo estudio, los investigadores analizaron de manera sistemática la forma en la que los tubos y filamentos, hechos de hematita (una forma de óxido de hierro u óxido), podrían haberse creado con métodos no biológicos como la temperatura y los cambios de presión en la roca durante la deposición de sedimentos. Pero todas de las posibilidades fueron poco probables.

Andrea Alonso Benito.

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