El parque natural Sierra de las Nieves acoge un núcleo relicto de tejo,
constituido por menos de 150 ejemplares. Sin llegar a formar rodales puros, se
encuentran mezclados con pinsapos, quejigos de montaña, arces y mostajos. La
Sierra de las Nieves, sufrió una deforestación a lo largo del siglo XIX y la
primera parte del XX, por lo que especies ya escasas de por sí, como ocurre con
el tejo, se situaron al mismo borde de la desaparición de estas latitudes.
Además, los herbívoros tienen una gran apetencia por las hojas de este árbol,
por lo que los nuevos ejemplares encontraban grandes dificultades para
desarrollarse en condiciones. Para remediar la situación se instalaron cercados
de protección en cada uno de los tejos entonces conocidos. Posteriormente, se
realizaron nuevas medidas dirigidas a la recuperación de esta especie y las
comunidades vegetales de las que forma parte.
REVISTA: Quercus, Marzo 2018
Paula González Cividanes
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