Los indicadores biológicos tienen cada vez mayor importancia en proyectos que integran agricultura, territorio y medio ambiente. Como ejemplo, pongamos el foco en dos ámbitos territoriales tan extensos y representativos de los sistemas agrarios mediterráneo como son el olivar y la dehesa.
Desde los proyectos LIFE bioDehesa y LIFE Olivares Vivos, ambos con su foco de atención sobre dos de los principales sistemas agrarios y agroforestales españoles, se ha abordado conjuntamente cómo medir la biodiversidad a través de indicadores que nos aporten información sobre las prácticas de gestión que se realicen.
En el caso de las dehesas se ha prestado atención como indicadores a la entomofauna, la avifauna y la vegetación.
Como organismos bioindicadores se han seleccionado a las arañas, las hormigas, las aves y la vegetación arvense y leñosa.
Como colofón, puede decirse que es necesario seguir buscando indicadores sencillos y útiles que aporten información de calidad.
REVISTA: Quercus, mayo 2018
Carolina Crespo Cruz
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