Las galerías fosilizadas de un crustáceo del Mioceno han permitido proponer un nuevo concepto científico y distinguir claramente entre el desarrollo de un organismo (ontogenia) y el de las trazas que deja (icnogenea) su comportamiento excabador o perforador.
Esta disciplina científica se encarga de estudiar y de interpretar la interacción de animales y plantas con el sustrato, a partir de uno o varios comportamientos. En este sentido, hay que diferenciar entre las estructuras de bioturbación, resultado de una interaccion organismo-sustrato blando y las estructuras de bioerosión, resultado de interacción organismo-sustrato.
Si son actuales se abordarán como estudios neoicnológicos y como paleoicnológicos si pertenecen al registro fósil, es decir, si son icnofósiles o trazas fósiles.
La icnología también puede ser muy útil para delimitar antiguas líneas costeras, como apoyo a la estratigrafía secuencial e incluso en la busqeuda de hidrocarburos, ya que muchas rocas sedimentrias intensamente bioturbadas, y por lo tanto más porosas, pueden albergar importantes bolsas de petróleo.
REVISTA: Quercus, mayo 2018
Carolina Crespo Cruz
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