La palmera canaria es una especie endémica y está legalmente protegida en toda su área de distribución. Después de la erradicación del picudo rojo, su principal plaga se enfrenta al picudo de cuatro manchas, otro insecto introducido. En el terreno de la genética se han obtenido considerables avances que confirman la facilidad de la palmera canaria para hibridar con otras especies del mismo género.
En nuestro país las palmeras son un elemento distinto de nuestro paisaje y mantienen estrechas relaciones con el medio ambiente, la cultura. Es muy difícil encontrar lugares donde falte la figura de una palma canaria, que es como se denominan antes en las islas.
Otro rasgo a destacar de las palmeras canaria es que crece de forma espontánea en todas las islas y es su único endemismo vegetal de porte arbóreo. Por eso la Ley de símbolos de la naturaleza para las Islas Canarias le eligió como emblema del archipiélago.
REVISTA: Quercus, mayo 2018
Carolina Crespo Cruz
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